Estabilización por capilaridad

Esta es la técnica de estabilización más avanzada disponible. El tallo de la planta aún fresca se sumerge en unos centímetros de una solución estabilizadora. Esta mezcla está compuesta por glicerina, agua, colorantes alimentarios y nutrientes. La glicerina juega un papel clave al ayudar a retener el agua en el interior de la planta, mientras que los colorantes alimentarios proporcionan el tono deseado. Los nutrientes son esenciales para alimentar la planta durante el proceso de estabilización, el cual dura varios días. Una vez que la planta ha absorbido esta savia alterna, se deja secar durante 24 horas.


Cada tipo de planta presenta características específicas: la temperatura de la solución estabilizadora, el tiempo de absorción, el momento de recolección y los nutrientes empleados son aspectos críticos para asegurar el éxito de la estabilización. Esta técnica, considerada la más sofisticada, permite la obtención de nuevos colores en el follaje, al mismo tiempo que se mantiene el color natural de las ramas y los tallos. Generalmente, estas ramas son más gruesas, lo que impide que los tintes se difundan ampliamente por su superficie. Además, la estabilización por capilaridad también se aplica a ciertas flores, como la siempreviva, donde solo se estabiliza el tallo, dejando la flor en su estado naturalmente seco.