Estabilización por doble inmersión

Esta es la técnica más común para estabilizar las flores. Las flores deben estar extrafrescas para una estabilización exitosa. Algunas variedades de flores son ideales para este tipo de estabilización.


Esta técnica se divide en dos etapas de inmersión. El primer baño consiste en sumergir la flor durante 24 horas en una solución de alcohol puro. El objetivo es deshidratar la flor conservando su forma original. Durante este primer baño, la flor también pierde su color original. El segundo baño se compone de alcohol, propilenglicol, glicerina y colorantes alimentarios. El propilenglicol y la glicerina, bajo el efecto catalizador del alcohol, rehidratan la flor. Los colorantes alimentarios le dan el color deseado. Las cabezas de las flores se estabilizan sin sus tallos, ya que estos tomarían el color de la flor.